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Que habiten dentro de ti
los escapados de Moab.
Sírveles de refugio
frente al devastador.
Cuando no haya opresión
y acabe la devastación,
cuando desaparezca del país
la gente que lo pisoteaba,
un trono se afianzará en el amor,
se sentará en él con lealtad
(dentro de la tienda de David)
un juez que practique el derecho,
todo un experto en justicia .

Endecha por Moab

Nos enteramos del orgullo de Moab,
de su soberbia fuera de límite,
de su orgullo, soberbia y altivez,
de su inútil palabrería.

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